A pesar de que el flamenco se la haya llevado lejos de casa, no dejará nunca de recordar sus orígenes ...
«El Cuarto Escalón» surge del afán y la ilusión por trabajar en grupo y crear algo propio. No existe un hilo argumental, cada número por sí sólo tiene la suficiente consistencia para contar una historia, es nuestra forma de hacer flamenco. En el espectáculo se propone una vuelta por diversos palos de un flamenco que, dentro de lo tradicional, deja entrever rasgos muy personales de cada uno de los componentes… y este es el punto fuerte, la personalidad y la complicidad creativa.
Uno de los aportes novedosos es el principio que la bailaora realiza honrando a su tierra, a Euskal Herria. Es una emotiva forma de expresar en sus trabajos que, a pesar de que el flamenco le ha llevado lejos de casa, siempre tiene presente sus orígenes. Por ello decidió hacer una pequeña mención al Aurresku, un baile de carácter solemne, a modo de reverencia y saludo.
Sin extravagancias y con códigos reconocidos dentro de la disciplina del flamenco, se trata de mantener una armonía en escena a lo largo de toda la obra, cuidando los detalles en todo momento. El objetivo es darle a cada palo el carácter apropiado, vestirlo y expresarlo para que llegue al espectador la esencia. El resultado final, una hora y cuarto durante la cual, elegancia, sutileza, sencillez, frescura y naturalidad se adueñan del escenario.
El Cuarto Escalón es:
ADRIANA BILBAO, Baile flamenco, coreografía / ELENA MORALES, Cante flamenco / DAVID BASTIDAS, Cante Flamenco / GUILLERMO GUILLÉN, Guitarra / ANDRÉS HERNÁNDEZ “PITUQUETE”, Guitarra / ROBERTO JAÉN, Percusión.
El Cuarto Escalón
El nombre del proyecto surge de una anécdota durante la grabación de un video en un antiguo taller de alfarería del mítico barrio de Triana, en Sevilla. Aunque nació de forma anecdótica, de un modo u otro ha acabado cobrando forma y teniendo mucho sentido.